Cada vez son más numerosos los estudios que avalan los beneficios de vivir junto al mar y los efectos positivos que este medio ejerce sobre las personas incluso por el simple hecho de mirarlo. Esa relajación que surgen en la mayoría de nosotros cuando nos sentamos frente al mar no es una sensación subjetiva  asociada, quizás, a las vacaciones de la infancia, sino la beneficiosa respuesta que emite nuestro cuerpo cuando ve, escucha, huele o siente el mar sobre la piel. 

Un informe publicado en el año 2020 por la Universidad de Exeter con la colaboración del Plymouth Marine Laboratory reveló que las visitas a áreas marinas y costeras protegidas o con altos niveles de biodiversidad están asociadas a mayores niveles de calma y relajación en comparación con otras áreas sin ese estatus. Esta conclusión se suma así a otros estudios que apuntan que las personas que viven junto al mar reciben una serie de beneficios positivos sobre la salud, especialmente en aquellos que realizan actividades náuticas o en quienes dedican tiempo a relajarse mirando el mar. 

Los cinco beneficios de mirar al mar

El azul del mar, su olor y el vaivén de las olas causa un efecto casi inmediato en aquel que lo mira, ya sea desde la terraza de su vivienda, paseando junto a la costa o sentado en la playa con la mirada reposada en el infinito.

  1. Relajación

El mar induce al que lo observa y escucha a un estado meditativo leve que le conecta con el momento presente. Este efecto hace que desaparezcan de la mente pensamientos rumiantes acerca del futuro o el pasado. 

  1. Reflexión 

El estudio llevado a cabo por la Universidad de Exeter afirma que el sonido del mar activa el córtex prefrontal del cerebro, que es el área de las emociones, la reflexión y el autoconocimiento. 

  1. Creatividad

La estimulación excesiva a la que los individuos nos enfrentamos hoy en día se ve relajada cuando nos sentamos a mirar el mar, pues el color azul y el sonido de las olas ejerce un efecto hipnótico que aleja las informaciones superficiales y fomenta la concentración. En este contexto, el área prefrontal del cerebro cede el control y da espacio a los pensamientos más creativos y menos críticos.  

  1. Respiración

La brisa del mar es rica en yodo, una sustancia que humedece las fosas nasales, lo que favorece la respiración al tiempo que alivia los síntomas de determinadas alergias y afecciones respiratorias. 

  1. Bienestar mental

La ionización negativa del mar, presente también en la brisa, aumenta los niveles de serotonina, por lo que comienza a disminuir los niveles de ansiedad. Es por esta razón por la que descansar frente al mar habitualmente proporciona felicidad.

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